Los Antiguos entendieron el universo que los rodeaba de una manera muy clara. Entendieron que la Música del Cosmos, terrestre y humano, estaba escrito en lenguaje matemático. Los números Generadores 1, 2, 3, 4 y 5 rigen para toda la creación y se reflejan una y otra vez, como niños traviesos, en todo lo imaginable, especialmente en el cuerpo que habitamos.

¿Que se codifica a través de ellos? Todo lo comprendido en el fragmento de tiempo delimitado por un año. Todas funciones que se desarrollen en un espacio delimitado por alto largo y ancho.

Lo mejor de esto es que el sistema se replica a si mismo y es visible para ojos entrenados. En el capítulo Cinco del Ling Shu, usando poesía, MATEMÁTICAS y un sentido muy agudo de la observación nos describen como comprendieron que el Universo se encontraba concentrado en el abdomen y lo describen magistralmente.  

“En el capítulo cinco (del Nan Jing) vemos como los chinos imaginaron el universo en el abdomen, centrado alrededor de la Estrella Polar, Ren 3, E 23, E 25 y el ombligo (Ren 8). El área alrededor de la estrella polar, la cual está situada en el medio del Cielo, fue llamada el Palacio del Medio, regida por la Tierra. El Nan Jing, en una imitación de la visión macrocósmica, ubica la fase de la Tierra en el centro del abdomen, alrededor del ombligo, en espejo de la posición del Palacio del Medio. Las otras cuatro fases están alrededor del centro” fin de la cita (paréntesis míos)

Kiiko Matsumoto en su libro Hara Diagnosis: reflection of the seas  (pag 333)

Practicamente tenemos el Universo al alcance de nuestras manos… donde también se reflejan nuevamente las cinco funciones alrededor del punto Pc 8. Esta vez con una codificación adicional a través de los 8 Trigramas, pero igualmente representando las cinco fases. Estas pueden utilizarse a través del trabajo con agujas o más frecuentemente, con masajes, especialmente en niños.

La espalda es otro lugar donde las funciones se expresan con total intensidad. Si sigues la línea de los puntos Shu de espalda entenderás cual región es gobernada por cada función. Podrás observar con detenimiento a tu paciente y sentir su movimiento de Qi en el examen físico.

El Qi nace del movimiento entre los dos riñones. Se divide, trasciende y se expresa a través de estas cinco funciones a lo largo y ancho del cuerpo. La armonía de sus circulación hablará de nuestra salud, reflejada en cada rincón de nuestro ser. De la misma manera,  un bloqueo del Qi se traducirá en algún desajuste del sistema. Este será proyectado en cualquier parte de acuerdo al (mal)funcionamiento de las Cinco Funciones. Este reflejo será identificado por el acupuntor leyendo el flujo de Qi del Universo Humano. La observación, palpación, olfación y auscultación ayudarán a definir la naturaleza del bloqueo y te sugerirán las formas de tratamiento.  

El cuerpo te habla siguiendo el lenguaje matemático del Universo, escúchalo atentamente antes de poner la primera aguja.

Una enfermedad es siempre la rotura de esa música cósmica que llamamos salud. Nuestro cuerpo nos avisa inicialmente, a través de cuadros de dolor . Este, en la medida que lo ignoremos, avanzará más y más, haciéndose crónico y tocando de alguna manera nuestro cerebro límbico, cambiando para siempre nuestra percepción de la vida y la felicidad.

Eso es lo que nos mata, la desdicha, de cualquier forma o lugar de donde venga. La razón es clara: nos aleja del Cielo, de su mandato central de Armonía, para irnos encajando poquito a poco en el reino de la muerte. Cuidemos nuestra salud; preocupémonos por nosotros. Tomemos un café con amigos, veamos el amanecer , hagamos ejercicio, pongámosle pasión al vivir de acuerdo a las leyes del Cielo y de la Tierra.